Arturo Francisco Barbero
Arturo Francisco Barbero

Hace unos años, movido por la curiosidad propia de la adolescencia, Arturo Francisco Barbero, un joven segoviano, comenzó a interesarse por la historia, y sobre todo por la intrahistoria de lo que tenía a su alrededor. Así empezó a documentarse primero con libros que había en su casa, en internet, pero sobre todo fijándose en lo que cuentan las calles, los monumentos y gran parte de los rincones de la provincia. Cuenta que fue fácil debido a que en “Segovia tenemos mucho patrimonio, conocido en parte por todos, pero tenemos mucho que aún es desconocido y que es realmente interesante”.

“Siempre me ha parecido bastante curioso, porque vas por la calle y te encuentras una piedra antigua que pone algo de Segovia, y pues me paro, le echo un vistazo y partir de ahí me documento un poco. Es que es lo que tiene Segovia, que básicamente miras en cualquier sitio de la zona antigua y encuentras una historia súper curiosa de la propia ciudad o de la provincia”.

Alude a que estos desconocidos lo son en parte por un mal llamado “madridcentrismo”, ya que “cada vez que se intenta promocionar un bien patrimonial o una ruta turística, el titular que sacan los medios de comunicación es a una hora y media de Madrid, a dos horas de Madrid. Y, al final se hace un total borrado de la historia y el de estos lugares, todo parece que gira alrededor de Madrid y que no hay ni tradición más allá de lo que es la capital”, cuenta este joven de tres casa de 18 años.

Una de sus primeras batallas en este sentido la dio en Internet, concretamente en Wikipedia, intentando eliminar el erróneo término de ‘sierra de Madrid' o ‘madrileña' e intentado que se use su correcta denominación, Sierra de Guadarrama. Explica que a él es un tema que le molesta “bastante y creo que a todos los segovianos en general”. En la actualidad ha logrado practicante erradicar este mal, aunque comenta que es una batalla que hay que seguir dando día a día. “En los medios de comunicación nacionales, cada vez que hay nieve en el puerto de Navacerrada, casi siempre ponen 'Nieve en la sierra de Madrid'”.

Actualmente, cree que se ha logrado que haya un poco más de concienciación, sobre todo entre la gente de Segovia, se ve que hay una mayor implicación y reivindicación, “cada vez hay más gente dispuesta a dar la batalla por que se reconozca lo que es el patrimonio de Segovia, sus cualidades, sus características”, afirma Arturo.

“Por ejemplo, hace unos meses la línea de cercanías de Madrid, que cuenta con una línea que va por el puerto de Navacerrada hasta Cotos (pasando por territorio segoviano), lanzó un cartel promocional de esta ruta poniendo sierra de Madrid. Por ello, contacte con el diputado, José Luis Aceves, que tiene un poco de contacto con el Gobierno para que lo cambiaran y lo volvieran a publicar esta vez bien. Siempre que sale alguna publicación oficial que sale mal el nombre, pues les escribo un correo por sede electrónica y normalmente suelen tenerlo en cuenta para corregir”, explica.

Otra de sus batallas es por el reconocimiento de la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia. Explica que es una de las instituciones más antiguas de toda la península ibérica, surgió durante la Reconquista, en torno al siglo X-XI, esta ha sufrido diferentes cambios a lo largo de su historia, como en las divisiones provinciales, en concreto durante la Guerra de las Comunidades. No obstante, es una institución que se conserva desde entonces y hasta el día de hoy, cuenta con sede electrónica, representantes de los 11 sexmos que todavía mantiene y el alcalde de Segovia, es quien preside la institución. Ahora mismo, tiene unas competencias muy reducidas, pero en su tiempo contaba con la mitad de la provincia de Madrid, toda la de Segovia, y tenía jueces, un ejército propio.

Sin embargo, al ser una institución poco conocida fuera de la provincia “muchos creen que es una especie de mancomunidad moderna, les suena muy raro”. Una batalla que al igual que la de Guadarrama pretende ganar.

PROVINCIA
Su causa también se centra en los pueblos de la provincia sobre todo en aquellos que se encuentran al borde de la despoblación, ya que teme que su patrimonio, su cultura y su historia pueda perderse si nadie toma cartas en el asunto. Relata que es una labor que intenta llevar a cabo en sus tiempos libres, con la ayuda de referencias de periódicos, ayuntamientos, asociaciones… “Creo entradas con su patrimonio, su iglesia, un poco la geografía, para que cuando se busque en Internet no te salga solamente el número de habitantes que tiene y poco más. Intento que salga un poco del folklore local, su historia, y lo que es la localidad más allá del número de personas que habitan en él”. Cuenta que es el caso de Torrecilla del Condado, una pedanía de Condado de Castilnovo que visitó porque es monitor de una asociación de scouts, una ocasión que aprovechó para inmortalizar diferentes estampas de la localidad.

Una metodología que también utiliza con cosas culturales de Segovia, “por ejemplo, hace poco el Cordel de Santillana, distintas cosas que son patrimonio de nuestra ciudad y que yo considero que deberían estar en internet y que deberían ser más conocidas”.

EXPOLIO NAZI
Sin ninguna duda de todas las batallas que ha luchado Arturo por la puesta en valor del patrimonio de la provincia de Segovia, la más importante está siendo la restitución de bienes culturales procedentes de la necrópolis visigoda de Castiltierra, una localidad perteneciente a Fresno de Cantespino, sustraídos de forma ilegal por los nazis.

Relata que en los años 30, se hicieron unas primeras investigaciones en la necrópolis visigoda, “luego llega la Guerra Civil, se paran las investigaciones y con el inició de la Segunda Guerra Mundial, un arqueólogo, Julio Martínez Santa-Olalla, que contaba con un nivel bastante alto dentro del régimen franquista, intentó justificar que Alemania y España se encontraban bastante cerca en lo que se refiera a la supuesta raza aria, debido a las invasiones de los visigodos, e invita a Heinrich Himmler, a las excavaciones. Aunque, este no acude personalmente, sí que manda a un sequito, que vino a Segovia y se sumó a las labores de investigación. Entonces muchos de los restos que encuentran –joyería en su totalidad- los envían a lo que en ese momento era Alemania para restaurar las piezas, y estás no han vuelto”.

Algunos de los restos encontrados se llevaron al Museo Arqueológico Nacional de Madrid, aunque este joven cree que “tampoco estaría mal que estuvieran en un centro de interpretación aquí en Segovia, pero bueno, mejor allí que en Alemania y Austria”.

“Hice una investigación en las páginas web de estos museos en el Germanisches Nationalmuseum de Núremberg en Alemania y en el Kunsthistorisches Museum de Viena, Austria, y aunque no vienen todas las piezas fotografiadas, sí que aparecen algunas piezas concretas, algún pendiente, collar, que aparentemente tienen buena pinta, pero no sé si están expuestas en la página web todas las que se llevaron o si hay más”, explica Arturo.

Así mismo, el joven ha realizado un informe detallado con las piezas sustraídas y sus características, entre ellas se encuentran: 6 fíbulas trilaminares, 16 fíbulas de bronce fundido, 6 fíbulas de arco con decoración incisa, 25 grandes placas de cinturón con incrustaciones vítreas, 2 broches de cinturón de bronce con decoración bizantina de roleos y zarcillos o Pendientes de bronce y plata, entre otros.

Recalca que en un país como España, donde la memoria histórica tiene una gran importancia, y donde ya se han realizado devoluciones – a Polonia por ejemplo- de cuadros y otro tipo de bienes a sus países de origen, está “sería una batalla que si los de arriba atendieran un poco tendría una fácil solución”.

Para poner en marcha la repatriación de estos materiales Arturo se ha puesto en contacto con diferentes instituciones, el Ayuntamiento de la localidad le ha brindado todo su apoyo, mientras en la Junta y en la Diputación por el momento no le han dado respuesta, y desde el Gobierno nacional no hacen otra cosa que “remitirme de un ministerio a otro, de una dirección general a otra” sin darle tampoco ningún tipo de respuesta concreta o apoyo.

Por ello, decidió dar un paso más en su lucha y elevo su causa a las instituciones europeas donde al contrario que las españolas la propuesta ha tenido una gran acogida. Allí su petición fue bien acogida, y en la actualidad se encuentra en fase de investigación. La eurodiputada del PP, Dolors Monserrat le remitió una carta expresando que abrirían una comisión de investigación para conocer qué es lo que ha pasado exactamente con las piezas. Así mismo, la popular en calidad de presidenta de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo le aconsejo llevar el caso a las embajadas de Alemania y Austria, donde se encuentran en la actualidad las piezas. Cuenta en tono anecdótico que en la embajada alemana casi no le dejan ni acercarse a la valla, mientras que en la austriaca se interesaron por el asunto.

Desde 2021, promovido por el Consistorio de Fresno de Cantespino, se reanudaron las investigaciones en la excavación, “de momento está bastante interesante porque están intentando buscar, porque hay un yacimiento con unos 800 cuerpos en medio de una comarca que aparentemente tampoco estaba tan poblada en esa época”.

Cuenta que siempre tiene alguna que otra cruzada en mente que lo que “falta es tiempo y gente”, ya que cree que habría que luchar porque volviera “el convento de Sacramenia que está en Estados Unidos o por el monte y el pinar de Valsaín, que Carlos III se lo quedó para sí- ahora pertenece Patrimonio Nacional – y tendría que volver a la comunidad ciudad y tierra de Segovia”.