joya del románico segoviano
Img/Arturo Francisco Barbero-Wikipedia

Un nuevo monumento, un joya del románico segoviano, ha pasado a integrarse a la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra.

Hace cuatro meses, el segoviano Arturo Francisco Barbero, solicitó la inclusión del templo ante su mal estado de conservación, ya que, señala, «está a punto de desaparecer».

Iglesia de la Virgen de Agejas

Los orígenes de la iglesia de la Virgen de Agejas se remontan a épocas medievales, en un contexto en el que la región formaba parte de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, integrada en el sexmo de San Lorenzo.

«Documentos históricos indican que Agejas era una localidad modesta, como se evidencia en una confirmación de rentas del año 1247, donde se menciona una humilde suma que correspondía al refitor, lo que muestra la modesta población y riqueza del lugar en ese momento.

En 1287, la pesquisa de inmuebles transferidos del realengo al abadengo en Segovia menciona que los cofrades de Sant François tenían viñedos en Fajejas (Agejas). A finales del siglo XIII, el cabildo segoviano arrendaba tierras y propiedades en Fazeias (Hacejas) a particulares, lo que proporciona información adicional sobre la vida y economía de la localidad en ese período.

La iglesia es mencionada en la visita pastoral realizada entre 1446 y 1447, como parte de la vicaría de San Medel. Sin embargo, es posible que la iglesia pasara pronto a ser considerada ermita, ya que no aparece en la relación de pilas bautismales y vecinos del obispado registrada en 1587.

El poblado de Agejas enfrentó dificultades durante el siglo XIX debido a las inseguridades provocadas por la Primera Guerra Carlista. La falta de habitantes se acentuó, y según el «Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España», de Pascual Madoz, en la mitad de dicha centuria solo había cinco vecinos en Agejas, que acabaron trasladándose al cercano lugar de Cabañas en 1836 debido a las molestias causadas por el paso continuo de tropas. Las pocas casas que existían en Agejas desaparecieron, quedando solo escombros y las paredes de la iglesia, un templo anejo a la de Cabañas.

La historia de la iglesia de la Virgen de Agejas refleja su carácter modesto y su importancia dentro de la comunidad local, así como los desafíos que enfrentó durante periodos de inestabilidad política y cambios demográficos. Su evolución de parroquia a posible ermita, y su posterior despoblamiento y deterioro, son testimonios de los cambios históricos que afectaron a muchas localidades rurales en la región», recoge expresamente la argumentación que figura en Hispania Nostra.

En Cabañas de Polendos

La iglesia de la Virgen de Agejas, ubicada en un despoblado del mismo nombre, perteneciente actualmente a la localidad de Cabañas de Polendos, es un edificio de construcción modesta y sencilla.

De planta basilical, consta de una única nave y una cabecera compuesta por un presbiterio y un ábside semicircular. La estructura se erige principalmente con mampostería de calicanto enfoscada, reforzada en los esquinales de la nave con sillería labrada a hacha. El aparejo muestra cinco niveles de mechinales y huellas del tablazón del encofrado, revelando la técnica de construcción utilizada.

La entrada principal se localiza en el muro septentrional y consta de un arco de medio punto con triple rosca sobre jambas de ladrillo. Un pequeño pórtico que protegía el acceso ha desaparecido, aunque se aprecian sus rozas en el muro. En el interior, se conserva la viga de madera que solía sostener el coro alto.

Aunque la iglesia ha perdido sus cubiertas y gran parte del remate de sus muros, aún se pueden observar las saeteras cegadas que proporcionaban luz a la nave por el muro meridional. La capilla presenta un estado de ruina preocupante, habiendo perdido la ventana absidal y parte del tambor. La falta de contrafuertes en la nave sugiere que esta podría haber tenido una cubierta de madera, mientras que la cabecera se cubrió con bóvedas de mampostería, con vestigios de las bóvedas de cañón del presbiterio y el arranque de la bóveda de horno absidal. No se conservan elementos de impostas.

Sobre el hastial occidental se alza una sencilla espadaña de dos arcos de medio punto para campanas y un remate a piñón, con una combinación de ladrillo y sillares de mampostería en su aparejo. Bajo la espadaña, se inserta una saetera de ladrillo recuadrada y abocinada al interior. En el muro septentrional del presbiterio se encuentra un vano adintelado, también en ladrillo, que daba servicio a una sacristía desaparecida.

A pesar de su estado de conservación precario, esta iglesia muestra características arquitectónicas que la relacionan con otros edificios religiosos de la región, datados en el período comprendido entre el siglo XII y la primera mitad del siglo XIII.

Preocupante estado de conservación

Hispania Nostra destaca el «preocupante» estado de conservación. Y augura una «eventual desaparición».

A pesar de su modesta construcción, los elementos arquitectónicos como la mampostería de calicanto, sillería en los esquinales y saeteras cegadas en el muro meridional evidencian su pasado.

La capilla muestra un deterioro alarmante, con pérdida de ventana absidal y parte del tambor.

La espadaña sobre el hastial occidental, de ladrillo y sillares, refleja ciertamente el estado general de la ermita.

De igual modo que ocurre con otros edificios similares de la región, se trata de construcciones de gran antigüedad (en este caso con una datación que se remonta hasta el siglo XII), a través de las cuales pervive la memoria y el legado histórico de la región que los acoge; de ahí la importancia de invertir esfuerzos en su recuperación y preservación.

Fotografía de portada de Arturo Francisco Barbero-Trabajo propio,CCBY-SA 4.0,Wikipedia

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